La sexta lágrima
Parece un secreto;
Aunque parezca mentira
Su llanto no ha muerto.
La virgen llora
En la quietud de su templo
Al ver como sufren
Su cruz los enfermos;
Al ver como expulsan
A cristo de los colegios,
Al ver a los padres
Por sus hijos presos
En auspicios y asilos
Despojados de su techo,
Y desprendidos del amor
Que al nacer les dieron.
La virgen llora
Sus ojos no están secos.
Llora porque no se van
Los mercaderes del templo,
Que hoy venden drogas
Y mercadean con el sexo
Rompiendo los cimientos
De la sociedad del euro.
Hoy como ayer la virgen
Llora de nuevo,
Y su llanto no cabe
En su blanco pañuelo.
Son muchos los terremotos
Y amargos momentos
Que en el corazón del hombre
Tienen su epicentro.
Si el amor siempre
Lo sostiene el beso,
El amor a dios
Lo sustenta el rezo.
Su nombre en los labios
Resume el evangelio;
