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Lunes santo moguereño y sus cofradias |
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la aparicion del cristo 3 |
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están ustedes satisfechos y respondieron que sí, y entonces dijo a un hijo suyo amado Juan, que sería de diez y ocho a veinte años, anda y búscame unos encambrones y traedme dos pedazos de tralla, trayéndola al
Cabo de tiempo, y haciendo dos coronas, se puso el viejo una y el hijo la otra, y
Echándose la soga al cuello; dijo q toda la gente que mandaba, hagamos un acto de contrición con toda devoción antes de llegar y llegando el viejo y su hijo, la movieron como sí fuera una pluma y la entraron en el barco, y se, acabaron las contiendas y todos convinieron en venir con sus barcos y gentes acompañando al Señor,' así lo ejecutaron!'Y desde que llegaron a Moguer fue porción de gente Y dieron cuenta al Cabildo eclesiástico y secular de todo lo referido y que allí tenían .A Cristo y no pusieron duda por. Ver Tania gente y que todos decían una misma cosa y fueron con toda pompa a recibir dese [barco al Hecce Homo y traerlo a la Iglesia y en llegando enfrente de la, ermita de Nuestra. Sra. de los Remedíos, sucedió lo mismo que en, la playa y viendo que el Señor no quería pasar más adelante, lo llevaron a la ermita y lo colocaron en el altar mayor en el sitio de su Madre y luego le labraron a la Señora altar y fue su llegada muy celebrada y el Señor hizo muchos milagros de todas calidades y especial en haber traído el cautivo que lo hizo, entró del tercero día de su llegada y este dijo quien lo habrá hecho y que viéndose perseguido de su amo, lo echó al mar y le puso aquel escrito, para adonde llegara vieran ser para su tierra y junto con otro crucifijo que otro cautivo portugués hizo del tamaño de medía vara no cabal en otra caja, y según el tiempo que lo echaron no tardó veinte y cuatro horas en llegar al sitio donde lo pescaron y este cautivo hacía mucho tiempo que lo estaba y era muy sabio y por ser del mismo lugar vecino y era llamado Juan Antonio Quintero, sobrino del viejo y por haber parado en esta Iglesia se llamó el Señor de los Remedíos; lo mismo sucedió con el Señor Crucificado de Portugal y con su cautivo y en una y en otra se guardan las cadenas y grilletes, que cada uno trajo para memoria, y el viejo Pedro acabó su vida en el servicio de este Señor y de su Santísima Madre en esta ermita. "
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